Al igual que otros tratamientos contra el cáncer, la radioterapia tiene algunos efectos secundarios que pueden ser incómodos para los pacientes, pero no significa que sean condiciones permanentes o que no se pueden prevenir con ciertos cuidados.
Algunos cambios en la piel más comunes causados por la radioterapia externa son:
- Enrojecimiento
- Piel oscurecida
- Peladuras
- Dolor
- Hinchazón
- Sensibilidad
- Descamación
- Comezón
Esto a causa de que el tratamiento hace que las partículas o rayos apunten directamente al tumor desde fuera del cuerpo, dañando o destruyendo las células sanas de la piel, provocando que éstas no tengan suficiente tiempo para crecer nuevamente entre las sesiones de radiación, causando los efectos secundarios ya mencionados.
Sin embargo se pueden tomar algunas medidas para minimizar estos efecto, dentro de las cuales están:
- Mantener Limpia la zona de radiación
- Mantenga su piel humectada con hidratantes indicados por su médico
- Procure vestir ropa cómoda, fresca y holgada
- Evite tener el área de la radiación cubierta
- Use protectores solares
- Manténgase bien hidratado
Recuerde que los cuidados diarios son parte de su tratamiento contra el cáncer, por ese motivo su médico debe indicarle cuales son esas pequeñas acciones que usted deberá realizar para garantizar que su tratamiento sea exitoso.